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Agricultura

  • cgianni44
  • 13 ago 2021
  • 19 Min. de lectura

Actualizado: 20 jul 2022


Nueva resistencia en Yuyo colorado a Fomesafen




La Red de Manejo de Plagas de Aapresid (REM) lanza una nueva alerta roja de Amaranthus hybridus resistente a este inhibidor de la PPO, sumando un nuevo modo de acción a la lista de resistencias que ya reporta la especie a glifosato, inhibidores de ALS, h

Amaranthus hybridus (Yuyo colorado) Denunciantes: Ing. Agr. Ignacio Dellaferrera (ICIAgro- UNL-CONICET), Ing. Agr. Eduardo Cortés (consultor privado), Ing. Agr. Marcos Mitelsky (consultor privado) e Ing. Agr. Alejandro Bagnolo (consultor privado). Biotipo de la localidad de Esperanza, Departamento Las Colonias (Centro de Santa Fe). Antecedentes Internacionales: se registró en Bolivia un biotipo de esta especie que presenta resistencia a inhibidores de la PPO (oxyfluorfen, acifluorfen, lactofen, etc.) El biotipo en cuestión también presentó un 25% de supervivencia a dosis de glifosato. No se ha probado su respuesta a herbicidas inhibidores de ALS, por lo que no puede asegurarse su resistencia a este grupo, pero tampoco descartarse, ya que es una resistencia muy frecuente.

Sobre la maleza

Yuyo colorado es una de las principales malezas a nivel nacional, expandiéndose por casi toda la superficie agrícola. es anual con tallos erectos e inflorescencias en forma de panícula terminal. Las plantas adultas adquieren coloración rojiza en tallos e infrutescencias, que le valieron el nombre de “yuyo colorado”.

Su abundancia en los sistemas agrícolas es justificada parcialmente por la fecundidad y longevidad de sus semillas . Por otra parte es capaz de crecer con bajas intensidades de luz y por tanto desarrollarse entre los cultivos establecidos.

Una planta puede producir hasta 100.000 semillas con un poder germinativo de hasta un 60%. La producción de semillas de la malezas se ve muy poco afectada por la competencia con cultivos . Estas características hacen que, si una planta no es controlada por un herbicida , dejará una enorme descendencia de sensibilidad probablemente baja.

Historial de resistencias en A. hybridus

En el mundo se han reportado unas 32 poblaciones de A. hybridus resistentes a cinco grupos de herbicidas: Glifosato, ALS, Hormonales, PSII y PPO. Sobre este último grupo, hasta el momento, solo había un registro en Bolivia. (http://www.weedscience.org/)

En Argentina en 1996 se encontraron los primeros biotipos resistentes a inhibidores de ALS, siendo esta la primera cita de resistencia en Argentina (Heap 2022). En el 2013 se detectó la resistencia a Glifosato, más adelante otros investigadores determinaron la resistencia múltiple a Glifosato e Imidaziolinonas. Por último en el año 2016, se detectó la resistencia a herbicidas hormonales (2,4-D y Dicamba) y la resistencia múltiple de estos últimos y glifosato.


Evolución en la pérdida de sensibilidad


En 2015, Cortés y colaboradores reportaron controles entre 92 y 98% con Fomesafen sobre “yuyo colorado” en ensayos en Devoto (Córdoba) y Rafaela (Santa Fe). En 2017, con otros biotipos de Amaranthus registraron valores de control de 53% (San Francisco, Córdoba). En 2019, en San Francisco y Freyre (Córdoba) los experimentos arrojaron controles del 70% a los 30 días de evaluados. En Esperanza (Santa Fe) los ensayos con este herbicida no superaron el 80% de control ese mismo año. Por último, en los ensayos de 2021 en San Francisco (Córdoba) y Esperanza (Santa Fe) las aplicaciones con Fomesafen a dosis de campo arrojaron controles promedios de 60% y 80% respectivamente. Estos resultados evidencian la pérdida de sensibilidad a campo que fue presentando esta especie al activo en cuestión.

El equipo observó la misma pérdida de sensibilidad en ensayos de laboratorio entre 2009 y 2020, aumentando en el transcurso de los años las dosis letales (DL50) necesarias para controlar al 80% de los individuos.

Primer registro en el país de resistencia a inhibidores de PPO (Fomesafen)

En 2021, el equipo de consultores Alejandro Bagnolo, Eduardo Cortés y Marcos Mitelsky y el investigador Ignacio Dellaferrera (ICIAgro- UNL-CONICET), trabajó con 3 poblaciones de A. hybridus cosechadas en lotes próximos a Esperanza para evaluar la sensibilidad a Fomesafen (25%p/v) mediante ensayos de dosis respuesta de laboratorio y de campo, analizando además la sensibilidad de la descendencia.

Los resultados arrojaron que dos de las tres poblaciones evaluadas requirieron 2,1 y 6,8 veces más herbicidas para reducir el peso en un 50% y 2,6 y 11,6 veces mayor dosis para reducir en un 50% el número de individuos, que la población restante.

Asimismo, una de las 3 poblaciones (Ah36 Esperanza) presentó individuos que sobrevivieron a dosis de 2400 ml /ha de Fomesafen y produjeron descendencia que sobrevive a la dosis de uso, cumpliendo con todos los criterios para ser considerada resistente al herbicida.

Si bien quedan algunas herramientas químicas para su control, perder este herbicida postemergente inhibidor de PPO, significa un gran cambio en la manera en que habitualmente se maneja esta maleza.

Forzando a virar el control químico hacia otras estrategias que incluyan siempre herbicidas residuales y otros modos de acción como los HPPD o los PSII, siempre especial atención al momento y forma de aplicación.

Además esto hace que otras herramientas, como los cultivos de servicios, se confirmen como grandes aliados.

Desde la Rem advierten que es muy importante estar atentos ante posibles fallas de control e informarlas. Además, pensando ya en la próxima campaña, apuntan a planificar el manejo con la mayor diversidad e integración posible, tanto en lo que se refiere a herbicidas , como prácticas no químicas


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Soja Bt: preocupación por posible ‘quiebre’ en su eficacia


Aapresid



Ante crecientes consultas sobre la caída en el desempeño de sojas Bt en el control de lepidópteros, la Red de Manejo de Plagas de Aapresid lideró un relevamiento para conocer el estado de situación y brindar recomendaciones para su uso responsable.


Desde 2012 en nuestro país está aprobado el evento biotecnológico Bt en soja, que le confiere al cultivo resistencia a lepidópteros. El término Bt refiere a Bacillus thuringiensis, una bacteria de la cual se extrae el segmento de ADN - responsable de sintetizar proteínas tóxicas para este grupo de insectos - que luego se inserta en el ADN de la soja de manera de conferirle esta misma capacidad.

Así, la soja Bt es capaz de elaborar esta proteína y combatir plagas que se alimentan de sus tejidos como: oruga medidora (Rachiplusia nu), falsa medidora (Chrysodeixis includens =Pseudoplusia), oruga de las leguminosas (Anticarsia gemmatalis), oruga bolillera (Helicoverpa gelotopoeon), barrenador del brote (Crocidosema aporema), gata peluda (Spilosoma virginica), oruga de la alfalfa (Colias lesbia),oruga de la verdolaga (Achyra bifidalis) y oruga capullera (Heliothis virescens).

Desde su aprobación, los productores adoptaron de manera creciente esta tecnología, ya que facilita el control de estas plagas con menor uso de insecticidas.

Sin embargo, desde hace dos campañas, la Red de Manejo de Plagas de Aapresid (REM) recibe consultas sobre aparentes fallas en el desempeño de esta tecnología. En este marco, y para dimensionar la problemática, la Rem relevó información de parte de productores y especialistas que utilizan y trabajan con esta herramienta. A continuación, los principales resultados.

La visión de los productores

El relevamiento de la Rem a productores de Aapresid se concentró en la región norte del país (Bandera, Sachayoj, Charata y Sáenz Peña), donde hay una mayor adopción de esta tecnología debido a la gran presión de insectos.

En cuanto a nivel de adopción, la encuesta arrojó que la tecnología Bt en soja se adopta en el 70% de la superficie tanto para para la campaña 21/22 como 20/21.

Entre las principales motivaciones para adoptar esta tecnología, los encuestados destacaron la posibilidad de hacer un control de lepidópteros más eficiente, reducir el número de aplicaciones y, en menor proporción, tener rendimientos superiores.

El relevamiento muestra además una caída en la valoración del desempeño de esta tecnología por parte de los usuarios. El 89% de los encuestados la califican hoy, para su zona, entre mala y satisfactoria. Muchos de los que en campañas anteriores la calificaban como una estrategia sobresaliente para el manejo de insectos, empiezan a observar presencia de lepidópteros como Rachiplusia nu (oruga medidora) y Chrysodeixis includens (oruga falsa medidora) durante los monitoreos de sus lotes de soja Bt.










Pero esta campaña la historia no quedó en la simple presencia de algunas especies de lepidópteros, sino que en muchos casos se vieron daños que, en promedio, llevaron a tratar con insecticidas foliares el 56% de la superficie de soja Bt.




La visión de los especialistas

En diálogo con Aapresid, el Ing. Agr. Augusto Casmuz - Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (EEAOC)- , afirmó que entre enero y febrero de 2022, técnicos de EEAOC recibieron consultas sobre daños inesperados causados por Rachiplusia nu (Lepidoptera: Noctuidae) u oruga medidora en lotes de soja Bt en diferentes zonas de Tucumán, Salta, Santiago del Estero y Catamarca.

Los especialistas recolectaron larvas en los lotes afectados que fueron alimentadas en laboratorio con hojas de soja Bt. Un 60% de estas larvas completaron su ciclo de vida, lo que demuestra un cambio de susceptibilidad de la especie ante esta tecnología. También se observaron cambios en la duración de su ciclo larval respecto de larvas susceptibles.

Ante esta situación y considerando que, en Brasil, la resistencia de poblaciones de R. nu en soja Bt ha sido recientemente detectada, desde la EEOC recomiendan intensificar los monitoreos y continuar con las buenas prácticas para el manejo, de manera de asegurar la sostenibilidad de esta herramienta.

El Ing. Agr. Enrique Lobos (U. Nac. de Santiago del Estero - Facultad de Agronomía y Agroindustrias), asegura que en su zona de influencia la superficie sembrada con soja Bt se encuentra alrededor del 60% y que el área restante de cultivo sin este evento requiere de 2 a 3 aplicaciones para el control de lepidópteros.

Lobos afirma que los productores y asesores de la zona ya asumen un quiebre de la tecnología, y considera que, bajo estas circunstancias y dependiendo de la plaga, las sojas Bt tenderán a requerir de aplicación de insecticidas para controlar lepidópteros. No obstante esto, sostiene que, a pesar de este quiebre, la tecnología permitirá mantener niveles de control aceptables, de modo que con una sola aplicación de insecticida podría ser suficiente.

Ensayos liderados en la zona en 2021/22 revelaron un 95% de presencia de C. includens (falsa medidora) en la población de lepidópteros en lotes de soja Bt, con poblaciones de 15 individuos/m y un sorprendente nivel de defoliación de hasta el 20%.

Por otro lado, no se vio en esta zona presencia significativa de Rachiplusia nu (oruga medidora), lo que muestra a priori la marcada diferencia entre la composición de especies de plagas y el nivel de daño según cada región.

El Ing. Agr. Diego Szwarc de INTA Reconquista afirmó que la problemática en esa zona es bastante generalizada. Al Este de la provincia de Santa Fe se empezaron a evidenciar daños muy bajos en cultivos Bt en estadios de R1- R2. Para R2 los monitoreos manifestaban de 5 a 7 larvas grandes/m, con una defoliación del 1 o 2 % hasta un máximo del 5%, mientras que hacia R5.5 los niveles de defoliación aumentaron hasta el 10%, con 8 a 10 larvas grandes/m.

Caso más alarmante se dio en el Oeste de la provincia, donde para la actual campaña, los asesores aseguran defoliaciones superiores al 30% con muchas larvas grandes.

El especialista considera que aún falta generar información sobre este tema y por ello desde la estación están iniciando una serie de investigaciones para clarificar la problemática ante casos donde se sospechan quiebre de resistencia. Estos se basan en el muestreo de larvas de manera de identificar la especie plaga y corroborar cambios en la susceptibilidad de las mismas. También trabajan con muestreo de plantas para corroborar la presencia del evento Bt y descartar fallas atribuibles a mezclas o adulteración de semillas.

La Ing. Agr. Macarena Casuso de EEA INTA Las Breñas mencionó que debido a las incertidumbres sobre este tema en la zona, están comenzando a generar información local, mediante un trabajo en conjunto con asesores de empresas que trabajan en Chaco y el este de Santiago del Estero. En principio realizaron la colecta de orugas que se encontraban en los cultivos Bt con la mencionada problemática y el análisis de estos individuos correspondió a Rachiplusia nu. Desde la Estación están planificando actividades para seguir sumando información sobre la performance de la tecnología.

La visión de la compañía

En diálogo con Germán Ferrari, Resistance Management Cono Sur, para la empresa Bayer, informó que la aparición de defoliación en lotes comerciales de Intacta fue identificado por la compañía en distintas regiones del centro norte de Argentina, este de Paraguay y noroeste de Uruguay. La verificación de presencia de tecnología fue positiva, es decir, las plantas afectadas contenían la proteína BT Cry1Ac de Intacta. Se están llevando a cabo los estudios de laboratorio en los tres países (Argentina, Paraguay y Uruguay) para profundizar la naturaleza de estos daños. En todas las colectas realizadas para los estudios la única especie encontrada dañando Intacta fue oruga medidora Rachiplusia nu, es decir, la tecnología sigue manteniendo su efectividad para el resto de las especies blanco. Estudios posteriores confirmarán si esto es efectivamente un caso de resistencia de oruga medidora a la proteína BT de Intacta en Argentina.

La reciente campaña no es una más dentro del manejo de la tecnología. A mediados del 2021 Bayer suspendió su negocio de semillas y biotecnología de soja en nuestro país (manifestando que Argentina solo representó el 10% del total de la superficie sembrada con INTACTA RR2 PRO® en América del Sur en 2020/2021).

Esta decisión exime a los productores de la obligación de pago del canon INTACTA por el uso de la semilla de soja con esta tecnología. Esto, lejos de ser un motivo para hacer un abuso de la misma, debe ser un llamado de atención para todos los involucrados en el sector, para reafirmar el compromiso del cuidado y valoración de esta herramienta que se impulsó para ayudar en el manejo de insectos y por lo tanto hay que demorar al máximo posible el aumento del grado de resistencia de las poblaciones plagas.

Recomendaciones de la REM de Aapresid

Desde la Rem recomiendan seguir al pie de la letra las recomendaciones oficiales para disminuir la presión de selección de resistencia de insectos a las proteínas Bt. En el caso de la soja, la recomendación de mayor importancia es el asesoramiento y toma de decisiones siempre de la mano de un profesional idóneo y la siembra de refugios, es decir, de bloques de variedades no Bt de similar ciclo de madurez en el 20% del lote y a no más de 1200 metros de distancia.

Al ser esta una planta autógama, es común que el productor se reserve parte de la cosecha como semilla. En estos casos se debe hacer especial hincapié en conservar la pureza y calidad de la cosecha.

Agradeciendo a los productores e investigadores que colaboraron en este análisis de la problemática, la REM se compromete a seguir aunando esfuerzos para conocer la realidad de la tecnología y establecer estrategías que sean en beneficio de los productores y el sector.


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Control de malezas invernales en siembra directa sin utilización de herbicidas: resultados de ensayos con labranza de mínima remoción



Autor/es: Rubén Roskopf; Emmanuel Gabioud; Walter Daniel Kuttel (EEA INTA Paraná) y José Daniel Oszust (Facultad Oro Verde, Universidad nacional de Entre Ríos. Argentina



Resumen El INTA Paraná instaló en la zona de no pulverización del municipio de Oro Verde, el Módulo de Producción en Áreas de Resguardo Ambiental. En este módulo se ponen a prueba diferentes estrategias de manejo libre de plaguicidas con el objetivo de mejorar la sustentabilidad de los sistemas de producción en interfaces críticas. Recientemente, se puso en funcionamiento una rastra de reja plana de 9 cuerpos para control total de malezas con mínima remoción de cobertura del suelo. En este informe te contamos los resultados de este ensayo con labranza de mínima remoción La pulverización de agroquímicos en cultivos extensivos, es foco de debates en los últimos años. Se han promulgado leyes provinciales y ordenanzas municipales tendientes a aumentar la distancia de no aplicación de agroquímicos denominadas “zonas de resguardo, exclusión o no pulverización” quedando en muchos casos superficies improductivas en la periferia a centros urbanos. En tales superficies además de la pérdida de ingresos se desarrollan malezas y plagas que pueden atacar tanto a cultivos vecinos como a la salud de la población adyacente. En otros casos, para posibilitar el uso del suelo se ha readecuado el sistema de producción, migrando de la siembra directa al laboreo convencional para controlar las malezas. Sin embargo, en las condiciones de relieve con pendientes muy pronunciadas y características edafoclimáticas de la provincia de Entre Ríos, esto podría conducir a incrementar drásticamente las pérdidas de suelo por erosión debido al escurrimiento superficial del agua de lluvia, amenazando la sustentabilidad del sistema. Surge entonces la necesidad de evaluar otras alternativas para el control de malezas en sistemas agrícolas donde no puedan aplicarse agroquímicos y se utilice el sistema de siembra directa, como así también en sistemas de producción orgánicas o con mínima utilización de agroquímicos. La EEA INTA Paraná instaló en la zona de no pulverización del municipio de Oro Verde, el Módulo de Producción en Áreas de Resguardo Ambiental. En este módulo se ponen a prueba diferentes estrategias de manejo libre de plaguicidas y con el objetivo de mejorar la sustentabilidad de los sistemas de producción en interfaces críticas. Recientemente, a través de un convenio con la Facultad de Ciencias Agropecuarias (UNER) y la EEA Paraná del INTA se puso en funcionamiento una rastra de reja plana de 9 cuerpos para control total de malezas con mínima remoción de cobertura del suelo. Dicho implemento está equipado con timones y rejas planas que se unen a un chasis, en este caso fue ensamblado en INTA a partir de un chasis de cincel en desuso al que se le montaron 9 cuerpos dando un ancho total de labor de 3,6 m. Por delante y alineada con cada cuerpo, se colocó una cuchilla lisa que permite el corte del rastrojo para evitar el arrastre y posterior atascamiento (Imagen 1). CARACTERÍSTICAS: la reja plana es de 47 cm de ancho y debe superponerse su labor entre 5 y 10 cm dependiendo de la disposición de los timones en el chasis. El objetivo del órgano activo, la reja plana (Imagen 2), es descalzar las malezas que luego mueren disecadas si la humedad del suelo y ambiente es baja. Con suelo seco, a menor humedad ambiente y mayor temperatura, aumenta el éxito en el control de las malezas. ENSAYO: se evaluó a campo en un lote del módulo de producción en zonas de resguardo ambiental, el control de malezas a los 7 días posteriores al laboreo, la cobertura del suelo antes y después del paso del implemento (imagen 3) y su desempeño con diferentes condiciones de humedad edáfica y velocidades de trabajo. Además, se estudiará el efecto a largo plazo en las propiedades del suelo mediante la resistencia mecánica a la penetración y al corte, como también el efecto del paso de la reja plana sobre la estructura del suelo a través de calicatas. RESULTADOS En la siguiente tabla se observan los valores de humedad del suelo al momento del paso de la reja plana y a los 7 días posteriores, los controles de malezas observados (agrupando los resultados en malezas latifoliadas y gramíneas), los porcentajes de cobertura antes y después del paso del implemento y las velocidades de trabajo. Todo ello en tres fechas diferentes previo a la siembra de arveja la cual se sembró la tercera semana de julio. Tabla 1. Eficiencia del control de malezas de latifoliadas y gramíneas en mayo, junio y julio con diferentes humedades del suelo y velocidades de avance del implemento.


*1 Inicial y final corresponde a la humedad del suelo al momento del laboreo y evaluación del control de malezas respectivamente (7 días posteriores). En las figuras 1, 2 y 3 se describen las condiciones climáticas en cuanto a temperatura y humedad relativa ambiente durante los días del ensayo.


El control de malezas fue variable entre las fechas de laboreo, dependiendo de la humedad del suelo y las condiciones ambientales. En mayo, el control de gramíneas fue del 62,5 %, menor al observado para las malezas latifoliadas (83 %). Esto pudo deberse a que, para el sistema de laboreo evaluado, las gramíneas podrían ser de más difícil control por su sistema radicular en cabellera con capacidad de exploración de los primeros cm del suelo. Esta característica, propia del sistema radicular de las gramíneas, significaría una ventaja siempre que una porción de las raíces superficiales, siga extrayendo humedad del suelo, aun cuando haya sido cortado el resto del sistema radicular en profundidad. El laboreo de junio se caracterizó por la alta humedad del suelo y del ambiente (Figura 2, mes de junio), debido a que dos días posteriores al laboreo, se registró una precipitación de 8,6 mm favoreciendo la supervivencia de las malezas, disminuyendo el % de control tanto en gramíneas cómo en latifoliadas, no observándose diferencias según el tipo de maleza. En julio el control de malezas fue superior al 90 % tanto para gramíneas cómo para latifoliadas. Esto se debió a que en el periodo evaluado se registraron las condiciones ideales para que el control de las malezas sea elevado, baja humedad del suelo y ambiente, combinado con alta temperatura ambiente en los 4 días posteriores al tratamiento (Figura 3, mes de julio). Esto provocó la rápida deshidratación de las malezas, haciendo que la lluvia a los 7 días post-laboreo (8 mm) no tenga incidencia sobre la supervivencia de las malezas. Se destaca la abundante cobertura inicial del suelo, propio del sistema de siembra directa, la cual se mantuvo en valores razonables luego del paso del implemento. La mayor reducción de la cobertura debido al paso del implemento se dio en junio, de 97,1 % a 64 %, posiblemente a que la mayor humedad ambiente y del suelo podría haber dificultado el trabajo de las cuchillas, enterrando el rastrojo (en vez de cortar) causando desplazamiento y amontonamiento del rastrojo, con mayor proporción de suelo desnudo. Respecto de la velocidad de avance, fue distinta para cada fecha en función de las pruebas preliminares que se realizaron buscando equilibrio entre capacidad operativa del equipo y una aceptable disturvación superficial del suelo. Así, en la fecha correspondiente a mayo, el equilibrio entre las mencionadas variables se logró a 3,6 km/h, debido a que la desuniformidad y pendiente del lote obligó a una mayor profundidad de trabajo que significaba mayor disturbación superficial al aumentar la velocidad de avance. En las fechas de junio y julio, las condiciones de relieve permitieron una notable mayor velocidad de avance, de 5 y 6,3 km/h respectivamente, equivalentes 1,8 ha/h y 2,3 ha/h de operatividad para el ancho de 3,6 m del implemento utilizado.

CONSIDERACIONES PARA EL ÉXITO Elegir el momento oportuno de laboreo es fundamental para aumentar la eficiencia de control de las malezas. Realizar el laboreo cuando no se pronostiquen lluvias en los 7 días posteriores aumenta notablemente la eficiencia del control. El trabajo de la reja plana debe ser lo más superficial posible, idealmente 5 cm o menos para descalzar las raíces de las malezas y dejarlas con el menor pan de tierra posible, lo que favorecerá su deshidratación. Sin embargo, la profundidad de trabajo efectiva estará condicionada por la humedad del suelo, la velocidad de trabajo y el nivel de disturbio superficial observado. Cada lote a laborear es diferente según textura y estructura del suelo, cobertura, desuniformidad de pendiente y nivel de enmalezamiento, haciendo que el implemento deba regularse para cada situación cómo así también la velocidad de avance para lograr el máximo de operatividad. Para evitar arrastre, atascamiento de rastrojo y reducción de la cobertura del suelo, resulta fundamental observar la alineación entre la cuchilla de corte delantera y la punta de la reja plana. Durante el trabajo pueden ocurrir desplazamientos de los cuerpos del implemento que se deben corregir. El aumento de la velocidad, en general, provoca mayor remoción y desuniformidad de la superficie del suelo. En algunas situaciones el lote podría sembrarse a los pocos días (3 a 5) y en otras es necesario más tiempo, posiblemente hasta varias semanas, para estabilizar la superficie y permitir un adecuado desempeño de la sembradora directa.


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Nuevas estrategias en el manejo del maíz


Debido al desplazamiento del área productiva hacia zonas periféricas, durante la última década, la superficie de maíz tardío y de segunda aumentó casi un 50 %. Esta situación permitió que se avance en la diversificación de los usos del cultivo. Por esto, investigadoras del INTA Pergamino –Buenos Aires– avanzaron en la caracterización de la producción de materia verde del maíz tardío, el mejor momento para el picado para silajes de planta completa y la dinámica de secado de los granos, según cada ambiente y el destino final del cultivo. “Los diferentes destinos del cultivo de maíz implican requerimientos contrastantes: cuando se destina a silaje de planta completa, se espera una mayor producción de materia verde y una ventana de picado más larga; mientas que, cuando se destina a granos, es deseable obtener altos rendimientos en grano y un secado rápido, principalmente en siembras tardías”, señaló Yesica Chazarreta, genetista y becaria doctoral del CONICET en el grupo de Ecofisiología de cultivos de INTA Pergamino. Ensayos realizados en el campo experimental del INTA Pergamino, realizados en genotipos graníferos y de forraje, en dos campañas (2019-2020 y 2020-2021) y en dos fechas de siembra –temprana y tardía–, determinaron que el ranking de los híbridos depende del ambiente considerado y del destino final del cultivo.




El trabajo demostró que en siembras tempranas se obtuvieron mayores rendimientos en grano y un secado rápido de los mismos, pero menor producción de materia verde y una ventana de picado acotada. En siembras tardías se logró mayor producción de materia verde y una ventana de picado más extensa, pero se desplaza al secado de los granos a un ambiente desfavorable. En relación a la duración de ventana de picado, en siembras tempranas se situó entre los 35 – 50 días desde floración con una duración de 13 – 19 días. En siembras tardías se encontró entre los 48 – 70 días desde floración, extendiéndose por 16 – 27 días, casi sin cambios de duración entre fechas de siembra.




La producción de materia verde fue mayor en siembras tardías (83613 kg ha-1) respecto a siembras tempranas (75329 kg ha-1). “Los híbridos difirieron en su producción de materia verde y en su respuesta a una mejora en el índice ambiental”, expresó Chazarreta. En cuanto al rendimiento del grano, hubo diferencias entre siembras tempranas y tardías 2019-2020 (13120 kg ha-1, 11909 kg ha-1 respectivamente), sin diferencias entre fechas de siembra 2020-2021 (14896 kg ha-1, 15154 kg ha-1). Debajo de 13313 kg ha-1, se destacó DK 72-10 (híbrido más estable) y en ambientes de mayor rendimiento NEXT 22.6. Por otra parte, “el secado de los granos mostró una tasa de secado inicial mayor a la tasa de secado final, ambas menores en las fechas de siembra tardías”, indicó María Elena Otegui, investigadora del CONICET en el INTA Pergamino y docente de la Facultad de Agronomía de la UBA, quien señaló que los híbridos presentaron diferencias en las tasas de secado y en el punto de quiebre, que impactaron en la fecha de humedad comercial de cosecha. Este trabajo fue presentando en el Congreso de Maíz Tardío 2021 y obtuvo una distinción especial, en el marco de una convocatoria abierta para presentar posters de investigación y experiencias productivas sobre maíz tardío.



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SOJA: enfermedades de fin de ciclo al acecho Cristina Palacio es Ingeniera Agrónoma, MSc. en Genética Vegetal, y actualmente se desempeña como Prof. Ad. de Fitopatología en la Facultad de Agronomía de Pergamino (UNNOBA) y como directora del laboratorio de Sanidad Vegetal SIEF. Adelantó algo de lo que va a profundizar en la próxima Jornada de actualización de “Manejo de plagas y enfermedades”, organizada por la REM.


Estado general del cultivo y estadíos iniciales “Nos encontramos ante un panorama complejo, con cultivos de soja estresados, con menos vainas, menos flores y menos estructura de planta, donde resulta crítico cuidar el follaje que nos queda”, advirtió. En este contexto, la especialista resaltó la importancia del uso de tecnologías y la necesidad de priorizar el monitoreo y el control oportuno para lograr que los cultivos atraviesen bien su período crítico y de llenado de granos. “Cuando los cultivos están estresados es cuando más responden a la tecnología, en relación a aquellos que tienen todo a su favor, que están en un ambiente favorable y en una zona de alto potencial”, agregó. En medio de una campaña agrícola marcada por fuertes sequías, debido al fenómeno meteorológico de la “Niña”, Palacio comentó que en los estadíos iniciales del cultivo se observó muerte de plantas aisladas con síntomas de Fusarium en implantación -Damping off-, con plántulas que si bien ya habían cobrado desarrollo, ante el estrés generado por este complejo de hongos del suelo terminaron muriendo. También , en zonas puntuales de bajos, se registró muerte por Phytophthora, sin embargo dadas las condiciones de sequía los síntomas dejaron de manifestarse.


Fin de ciclo bajo la lupa En las últimas recorridas, ya con el cultivo más avanzado, la especialista comentó que se registraron enfermedades vasculares y, en mayor medida, enfermedades abióticas -debido a las altas temperaturas y radiación-, entendiéndolo como un desorden fisiológico en la planta que se visibiliza como un estrés general, con hojas quemadas, no solo en el estrato inferior sino en todos los niveles de la planta, así como elevado aborto de flores y vainas en R3. Por otro lado, “ya empezaron a aparecer las enfermedades foliares de siempre, que ante un cultivo estresado atacan con mayor severidad”, agregó. En este sentido, según datos de la encuesta REM de la campaña ‘20/21 realizada a socios Aapresid de todo el país, las principales enfermedades detectadas en el cultivo de soja fueron mancha marrón (Septoria glycines), tizón de la hoja (Cercospora kikuchi) y mancha ojo de rana (Cercospora sojina), las denominadas enfermedades de fin de ciclo (EFC).


¡A monitorear se ha dicho! Las plantas estresadas, llegan debilitadas a los estadios finales de su desarrollo y frente a las EFC los daños podrían ser mayores que los esperados para una planta sana y vigorosa. La especialista recomendó poner el foco en el monitoreo, especialmente en aquellos lotes con rastrojo de soja de la campaña anterior, donde es más probable que se encuentren inóculos de Septoria. Un buen seguimiento del cultivo permitirá una detección temprana y un control oportuno de las enfermedades, logrando así salir airosos de una campaña no apta para cardíacos.



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